El arte también muestra el cambio climático y sus consecuencias

A lo largo de la historia, el arte ha sido un importante espejo de la forma de vida, las creencias y las preocupaciones de cada época. Gracias a la pintura, la escultura, los grabados y más adelante, incluso el cómic, las performances visuales o la fotografía, somos capaces de comprender mejor qué pensaban nuestros antepasados y qué cosas eran verdaderamente importantes para ellos.

Por este motivo, el Día Mundial del Arte es un buen momento para dar visibilidad a aquellos artistas y obras de arte que retratan una de las cuestiones más importantes del siglo: la emergencia climática.

Gracias a su originalidad y creatividad, algunas de las obras que recogemos a continuación han logrado transmitir a la sociedad la problemática del cambio climático. Muchos artistas han apostado firmemente por mostrar esta cuestión a través del arte, para así poder concienciar a la sociedad de una forma diferente y más auténtica.

De hecho, en la actualidad, existe el género “Climate Change art” para definir un arte inspirado por el cambio climático y el calentamiento global. Generalmente, se utiliza para denunciar el impacto del ser humano en el medio ambiente y trata de promover el activismo climático.

Artistas de todo el mundo han abordado el debate del cambio climático en sus obras

Desde hace algunos años, pintores, escultores y artistas de todo el mundo se han atrevido a abordar conversaciones complejas entrando en el debate del cambio climático y la sostenibilidad a través de su trabajo. 

Además, gracias a ellos, los medios de comunicación destinan un poco más de espacio a informar sobre la situación de emergencia climática que vivimos.

Desde Plataforma ZEO recogemos algunas de las obras o artistas que se han atrevido a tratar el problema del cambio climático y sus consecuencias a través del arte.

1. Olafur Eliasson: Ice Watch, 2014

En 2015, el artista islandés Olafur Eliasson decidió dar un paso más en su compromiso con el cambio climático implicándose en la difusión de la COP21 y construyendo un reloj hecho con bloques de hielo en una de las plazas más transitadas de París, la Place du Panthéon.

El hielo, que provenía de auténticos icebergs de Groenlandia, pretendía ser una metáfora de la urgente necesidad de actuar para hacer frente al cambio climático. Olafur Eliasson replicó esta obra de arte urbana años después en Londres, con motivo de la COP24.

Con el hielo, que se deshizo a lo largo de los días, Eliasson quería enviar el mensaje de que “no tenemos tiempo”.  El artista islandés hacía alusión a los informes del IPCC, que aseguran que sólo tenemos 12 años para limitar los efectos del cambio climático.

“Desde 2015, el derretimiento del hielo en Groenlandia ha elevado el nivel global del mar en 2,5 milímetros. Desde el descubrimiento del efecto invernadero en 1896, las temperaturas globales han aumentado más de un grado centígrado. La Tierra está cambiando a una velocidad cada vez mayor”, aseguró Minik Rosing, el geólogo que le ayudó a desarrollar el proyecto.

2. Graffitis reivindicativos de Nevercrew

Con un estilo más urbano, el dúo de artistas Christian Rebecchi y Pablo Togni decoran las calles de Suiza con unos enormes grafitis sobre el cambio climático y el impacto del ser humano en el planeta.

Sus obras tratan de remover la conciencia de la sociedad y hacer que se fije en problemas como la sobreexplotación de recursos naturales, el deshielo de los polos causado por el calentamiento global o la contaminación por plásticos.

Bajo el nombre artístico Nevercrew, estos artistas no solamente dan verdadero protagonismo al cambio climático, si no que aumentan el alcance de esta problemática. Al tratarse de arte mural, no es necesario visitar un museo para contemplarlo, cualquier viandante puede detenerse a admirar las llamativas obras.

3. El sistema de consumo destructivo, Steve Cutts

En 2012 el ilustrador londinense Steve Cutts, creó su película animada más popular: MAN (hombre). En ella, trataba de plasmar la relación tóxica entre el ser humano y el planeta y otorgar visibilidad a las problemáticas medioambientales y los derechos de los animales.

Steve Cutts colgó la película en abierto en su canal de Youtube y logró en menos de una semana 49 millones de visualizaciones. Años después, entidades y organizaciones de todo el mundo han utilizado su peculiar y dura forma de retratar el sistema de consumo y el comportamiento del ser humano, para criticar a algunos de los sectores y empresas que contribuyen de forma sustancial al cambio climático.

4. La Profecía, Fabrice Monteiro

La dramatización de la realidad y la fantasía pueden ayudar a visibilizar de una forma más impactante el problema del cambio climático.

A través de su último proyecto, el fotógrafo Fabrice Monteiro genera conciencia sobre los desastres climáticos y ecológicos causados por el calentamiento global o la sobre explotación del ser humano.

Por este motivo, utiliza paisajes de destrucción reales e introduce figuras espirituales revestidas de desechos plásticos o residuos generados por los consumidores. Para lograr estos increíbles y distópicos trajes y vestidos, contó con la ayuda de la estilista senegalesa Doulsy, que durante dos años acompañó al fotógrafo artístico en este proyecto.

Esta serie fotográfica capta una visión aterradora sobre el futuro y la decadencia a la que nos enfrentaremos en los próximos años.

5. Casa flotante en el Támesis, Extinction Rebellion

El 10 de noviembre de 2019 el grupo activista Extinction Rebellion colocó en el río Támesis una estructura flotante de una casa medio hundida en el agua.

Esta performance artística a gran escala pretendía alertar a la población de las futuras consecuencias del cambio climático. El grupo ecologista quería hacer una llamada a los políticos e instarles a responder de forma inmediata ante los efectos de la economía en el medio ambiente.

Extinction Rebellion es un movimiento global conocido por llevar a cabo performances públicas y acciones reivindicativas alrededor de todo el mundo. La última fue realizada frente a la sede del banco ‘Barclays’ en Londres.

A través de la misma, querían denunciar la responsabilidad de los bancos y las principales potencias económicas por seguir financiando la economía fósil.

Frente al edificio del banco ubicaron un servicio falso de lavandería e hicieron referencia a todas aquellas empresas del sector financiero que siguen haciendo “Greenwashing” pese a la situación de emergencia climática que vivimos.

6. Western Flag, John Gerrard

En muchas ocasiones, las Cumbres internacionales del Clima se han convertido en el momento ideal para desplegar toda la artillería artística a favor de la acción climática.

Un ejemplo de ello es la obra de arte Western Flag del artista irlandés John Gerrard, una obra contemporánea que logró una gran notoriedad y visibilidad global tras ser expuesta durante la COP25.

Western Flag recrea el lugar en el que se construyó el primer pozo de petróleo del mundo en 1901 en Texas. Según contó el propio autor, la obra pretende ser “un monumento para un siglo de consumo. De acuerdo con la COP25, muestra el riesgo potencial que representa el CO2 en una imagen”.

La instalación es una simulación realista de una bandera compuesta por una emisión ininterrumpida de hileras de humo negro. Con esta obra John Gerrard quería denunciar el papel del hombre en el cambio climático y en la explotación de recursos naturales.

7. Graffitis que te hacen pensar, Pejac

El artista urbano Silvestre Santiago, más bien conocido como Pejac, es considerado por la crítica como el Bansky español. Este artista originario de Santander lleva años dejando señales en las ciudades más importantes de toda Europa, del impacto que está generando el calentamiento global en la Tierra.

Gracias a su personalidad y peculiar forma de ver el mundo, ha creado una importante colección de obras que denuncian la problemática del cambio climático y hacen reflexionar a aquellos que las contemplan.

Uno de sus trabajos más populares es el pequeño graffiti “El mundo se va por el desagüe” que pintó en 2015 en su ciudad natal, o “La naturaleza primero” que plasmó en las calles de la ciudad catalana de Olot.

7. Lines (57° 59′ N, 7° 16’W) de Pekka Niittyvirta y Timo Aho

A través de una línea de luz en las viviendas y zonas urbanizadas, los artistas finlandeses Pekka Niittyvirta y Timo Aho denuncian la altura a la que podría llegar el agua en Escocia si no frenamos a tiempo el cambio climático.

El uso de la luz hace referencia a una profunda metáfora: dependiendo de nuestras acciones nos enfrentaremos a un futuro pesimista y “bajo el agua”, o a uno optimista, en el que empezaremos a tomarnos en serio el problema del cambio climático.

8. Agnes Denes, Wheatfield, 1982

La actriz húngara Agnes Denes fue una de las primeras en utilizar el arte para visibilizar la problemática del cambio climático y denunciar su impacto negativo en el medio ambiente.

Denes lo hizo de una manera muy peculiar, a través del Land Art un estilo artístico del cual se la considera pionera. Mediante diagramas complejos hechos a mano y por ordenador, esculturas e instalaciones medioambientales, reivindica la necesidad de cambiar el actual sistema de consumo.

Esta lista y los artistas que la componen son una muestra de que la comunidad artística siempre se ha implicado, y lo sigue haciendo en las causas sociales y medioambientales. Nosotros, como consumidores de arte, elegimos a qué artistas apoyar y tener en más alta estima.

Por este motivo, en el Día Mundial del Arte recordamos la importancia de visibilizar y difundir la obra de aquellos artistas comprometidos con hacer frene al cambio climático y promover un cambio estructural en nuestra economía y sistema de consumo.

Esta lista y los artistas que la componen son una muestra de que la comunidad artística siempre se ha implicado, y lo sigue haciendo en las causas sociales y medioambientales. Nosotros, como consumidores de arte, elegimos a qué artistas apoyar y tener en más alta estima.

Por este motivo, en el Día Mundial del Arte recordamos la importancia de visibilizar y difundir la obra de aquellos artistas comprometidos con hacer frene al cambio climático y promover un cambio estructural en nuestra economía y sistema de consumo.