El autoconsumo eléctrico compartido llega a España

La primera instalaciónn de autoconsumo eléctrico compartido en España ya está operativa. Se trata de un bloque de viviendas situado en una ciudad a las afueras de Barcelona, Rubí. Esta instalación llevada a cabo por la compañía líder en renovables, Holaluz, proporcionará energía eléctrica mediante 7 módulos de energía solar fotovoltaica y una batería inteligente.

HolaLuz se hará cargo del suministro extra de las viviendas

Para cubrir la electricidad que falta, Holaluz se hará cargo del suministro extra con una “tarifa ajustada a sus necesidades”. Ya que según la propia compañía informa en su blog la previsión es que esta pionera instalación genere unos 3.780 kWh anuales frente a los 5.700 kWh que habitualmente necesitan estas viviendas.

Endesa ha tardado más de un año en dar vía libre al proyecto de autoconsumo compartido

Pese a esta noticia tan ZEO, la compañía impulsora de este proyecto no ha dudado en criticar las trabas burocráticas impuestas por las compañías distribuidoras de la zona en un comunicado recogido por el diario ARA. Y es que el peso de legalizar una instalación de autoconsumo compartido en España recae en las compañías eléctricas de la zona. En el caso de Cataluña, Endesa, ha tardado casi un año en dar vía libre a este proyecto que ya podría haber estado operativo en julio de 2017.

Las trabas burocráticas que describe Hola Luz simbolizan las dificultades que tienen las renovables para entrar en el sector energético español.  En este sentido es importante que los gobiernos sean más ZEO e insten a las compañías a facilitar una transición energética a las renovables.

EL MIEDO AL AUTOCONSUMO ELÉCTRICO COMPARTIDO

Con esta instalación compartida los vecinos de estas viviendas de Rubí no solo son más ZEO al consumir 100% energías renovables, sino que a la larga se ahorrarán mucho dinero. Recuperada la inversión inicial de 9.000€ – incluyendo mantenimiento-, los vecinos se ahorrarán aproximadamente 460€ al año. Solo tendrán que pagar por su electricidad un importe mínimo a Holaluz por la energía extra que no llega a generar su instalación fotovoltaica.

LA TRABA DEL IMPUESTO AL SOL

Tener una instalación de autoconsumo eléctrico compartido es sin duda, no solo una forma de contribuir a frenar el cambio climático, sino una forma de reducir gastos. Y si es así, ¿por qué hay tan pocas iniciativas de este tipo?

El 95% de los hogares catalanes podrían generar su propia energía a través del consumo fotovoltaico

En países como Alemania, con mucha menos capacidad solar que España, ya existen comunidades enteras que utilizan este sistema para su suministro regular eléctrico. Incluso en España, el propio Govern de Cataluña ha declarado que el 95% de los hogares catalanes podrían generar su propia energía a través de consumo fotovoltaico.

El impuesto al sol no se aplica a las instalaciones domésticas

La respuesta frente al poco éxito de estas iniciativas tan ZEO es clara: el impuesto al sol. En el caso del autoconsumo particular, la sociedad desconoce que el impuesto al sol no se aplica a buena parte de las instalaciones de Tipo 1 – las que llegan hasta 100kW- y tampoco se aplica a las de menos de 10kW. Es decir el impuesto al sol no se aplica a la gran mayoría de las instalaciones domésticas.

Hasta Junio de 2017, el autoconsumo compartido era ilegal

Por otra parte, el autoconsumo eléctrico compartido se regula bajo otra legislación. Durante el último mandato del PP, Mariano Rajoy prohibió esta práctica no desmarcándose de las barreras legales que hacían el autoconsumo compartido ilegal. Pero tras la marcha de Rajoy, el Tribunal Constitucional levantó esta prohibición en junio de 2017 por lo que el autoconsumo compartido ya es legal, aunque no esté regulado por el propio Gobierno.

Ante este pequeño avance, la mayoría de defensores de la energía verde confían en que Pedro Sánchez pueda ser un presidente más ZEO  y llegue a poner en la agenda política el tema del impuesto al sol y su eliminación.