El 6 de enero muchas personas en el mundo celebran el día de los Reyes Magos. Las familias y amigos se reúnen para festejar el cierre de la Navidad, comer juntos, intercambiar regalos, etc.

La noche previa, los pueblos y ciudades organizan las tradicionales cabalgatas de Reyes. Los Reyes Magos de Oriente desfilan en aparatosas carrozas acompañados de los pajes reales, músicos y todo tipo de artistas. Los más pequeños asisten a este espectáculo con sus padres o familiares, esperando poder ver a sus majestades y entregarles sus cartas o bien ser obsequiados con caramelos.

Si bien todo este despliegue supone una gran alegría para pequeños y mayores, también es importante reparar en la enorme huella ecológica generada por esta fiesta navideña y, sobre todo, tratar de reducirla.

¿Cuál es la huella de carbono de los regalos?

Según un informe publicado por Deloitte en 2021, los hogares españoles se gastan una media de 240€ en los regalos navideños. Ahora bien, ¿cuál es el impacto de estos productos en el medio ambiente?

En un artículo publicado por El Periódico, Òscar Saladié, profesor de Geografía de la Universitat Rovira i Virgili (URV) y miembro del Grupo de Investigación de Análisis Territorial y Estudios Turísticos (Gratet), explica la dificultad que supone calcular la huella de carbono de un regalo.

Y es que las emisiones generadas por un regalo dependen de un gran número de factores: “de los procesos necesarios para su fabricación, el transporte desde el sitio de producción hasta el de venta, su utilización y cómo se gestiona una vez dejan de ser de utilidad para su propietario”, asegura Òscar Saladié.

Para poder realizar el cómputo exacto de la huella de carbono de un regalo, es necesario tener en cuenta las emisiones generadas a lo largo del ciclo de vida del producto.

Primero, debemos calcular aquellas emisiones generadas durante la producción y el transporte, así como durante la obtención de las materias primas. Posteriormente, es necesario prever y sumar aquellas que se generarán durante el proceso de reciclaje.

La huella de carbono de un peluche sostenible es de 1,1 kg de CO2 eq, mientras que la de uno fabricado en China es de 19 Kg de CO2 eq

En este sentido, un estudio publicado en la revista ‘Sustainibility’ calculó el impacto ambiental de un peluche relleno de lana, algodón, arroz y fibras fabricado y comercializado en Eslovenia.

La huella de carbono de este peluche producido en una pequeña fábrica es de unos 1,1 kgCO2eq. En paralelo, la huella de carbono de un peluche que funciona con pilas, fabricado en China, puede alcanzar los 20 Kg de CO2 eq.

De todos modos, la huella de carbono de un peluche de origen chino puede resultar realmente baja si la comparamos con aquella generada por un dispositivo electrónico.

Regalar aparatos electrónicos genera un mayor número de emisiones. Los autores de un estudio publicado en el marco de la conferencia ‘ICT on Sustainibility’ revelaron que, de media, los ‘smartphones’ tienen una huella de carbono de unos 55 kgCO2eq.

Esta elevada cifra se debe principalmente a las fases de fabricación (recolección de materias primas y producción del propio dispositivo). Este proceso representa cerca del 70% de las emisiones del ciclo de vida completo del teléfono.

Consejos para reducir la huella de carbono el Día de Reyes

Los momentos de reencuentro y celebración son, sin duda, necesarios e importantes para la salud mental y el bienestar de las personas. Sin embargo, en estas fechas tan señaladas, también es importante reparar en la salud de nuestro Planeta.

El cierre de la COP28 el pasado 13 de diciembre marcó un rumbo firme y claro para nuestra sociedad: en los próximos años debemos abandonar definitivamente el uso de combustibles fósiles y articular una sociedad ZEO -cero emisiones-.

Precisamente por ello, debemos empezar a replantear nuestra forma de consumir y de celebrar las fiestas navideñas. Desde la Plataforma ZEO, hemos recopilado una serie de consejos para evitar emisiones innecesarias y reducir vuestra huella de carbono en el Día de los Reyes Magos.

1. Apuesta por un menú sostenible

El Día de Reyes, la mayoría de anfitriones esperan contentar a sus invitados con deliciosos manjares. Con productos y alimentos especiales procedentes de recónditos lugares, o platos preparados durante horas.

En este ámbito es donde más se pueden reducir las emisiones. Apostando por un menú sostenible, las personas pueden limitar de manera considerable la huella de carbono generada en este día tan especial. Ahora bien, ¿cómo se puede hacer un menú de Reyes lo más sostenible posible?

En Plataforma ZEO hemos recopilado algunas claves esenciales para conseguirlo:

  • Apuesta por un menú Plant Based. La huella de carbono asociada a los productos de origen animal siempre será mucho mayor que aquella vinculada a los productos de origen vegetal.

 

  • Evita los productos y alimentos procesados. El guacamole, hummus, crema de queso, etc. Todos estos ‘dips’ están envueltos en envases plásticos que posteriormente se convertirán en residuos. Elabora tú mismo estos aperitivos en tu casa y conseguirás reducir emisiones y, además, quedarás mejor con tus invitados. 😉
  • Revisa la etiqueta ecológica de los alimentos. Apuesta por aquellas marcas que tienen en cuenta criterios ecológicos a la hora de fabricar sus productos.

2. Compra el tortel de reyes en una pastelería local

El tortel de reyes es el alimento estrella del Día de los Reyes Magos. Al finalizar la comida, los comensales comparten este delicioso pastel que normalmente se rellena con nata o crema.

En su interior suele haber escondidos dos elementos: un haba y una figura de un rey. En España, la tradición dicta que aquella persona que se encuentre el haba será la encargada de pagar el tortel; mientras que aquella que encuentre la figurita será coronado como el rey de la comida.

En este sentido, una forma ideal para reducir emisiones en este día tan señalado es comprar el tortel en una pastelería o panadería local, donde nos garanticen que este ha sido fabricado de manera artesanal.

Es importante evitar comprar el tortel de Reyes en un supermercado o gran superficie, debido a que las emisiones derivadas de todo el proceso de fabricación y transporte siempre serán mucho mayores.

Sin embargo, la opción más sostenible siempre será hacer nuestro propio tortel en casa, reparando en el origen y la sostenibilidad de los ingredientes. Esta opción, además de ser la que supondría un menor impacto para el medio ambiente, es la que más podría deslumbrar a vuestros comensales. 😉

4. Envuelve los regalos de manera circular

Para poder elegir un regalo de forma sostenible es necesario revisar cuáles son sus etiquetas ecológicas. Esto nos permitirá reducir de manera significativa las emisiones asociadas a este día tan señalado.

Sin embargo, también es importante reparar en una práctica que es totalmente contraproducente para poder lograr una sociedad sostenible y circular: envolver los regalos.

Lo más sencillo para evitar la contaminación y la huella ecológica asociada a esta práctica sería, simplemente, no envolver los regalos. Sin embargo, a muchos les resulta realmente difícil renunciar a la sorpresa y el misterio que implica todo el proceso de “abrir” y descubrir el regalo.

En este sentido, también podemos evitar emisiones innecesarias envolviendo los regalos con materiales sostenibles o reciclados.

Por ejemplo, podemos utilizar papel reciclado e intentar envolver el regalo de tal manera que no necesitemos cinta adhesiva. También podemos valernos de técnicas como el “Furoshiki”, un sistema originario de Japón bajo el cual se envuelven los objetos con un pañuelo de tela de forma cuadrada.

Como elemento decorativo, podemos substituir las cintas de plástico por ramas, piñas y hojas secas, dado que son biodegradables y pueden devolverse a la tierra.

En este artículo de Greenpeace encontraréis hasta 12 maneras para envolver de forma sostenible tus regalos.

4. Utiliza transporte ZEO para asistir a casa de tus familiares

El transporte es uno de los principales focos de emisiones durante las fiestas navideñas. Y es que durante estas fechas y, especialmente, el Día de los Reyes Magos, se producen un gran número de desplazamientos a escala local y nacional.

De hecho, durante estos días, algunos miembros de la familia que viven en el extranjero se desplazan en tren, avión o barco desde diferentes partes del mundo hasta el domicilio en cuestión, para asistir a este encuentro y disfrutar de unos días con sus más allegados.

Para poder reunirse, las personas deben movilizarse al lugar de residencia del anfitrión, lo que podría suponer un cómputo extra de emisiones en caso de utilizar un transporte que sea poco ZEO -cero emisiones-.

Por este motivo, lo más recomendable es evitar el coche y utilizar el transporte público siempre que sea posible. Además, debido a este overbooking de desplazamientos, moverse con el coche puede resultar realmente tedioso, dado que hay muchos más embotellamientos y atascos y falta de aparcamiento.

5. Recicla los residuos generados el Día de Reyes

Según Ecologistas en Acción, durante el periodo navideño en España se generan cerca de 20.000 toneladas extra de residuos diarios.

El Día de Reyes es uno de los días en los que se generan un mayor número de residuos. Por ello es importante reciclarlos correctamente e intentar apostar por la reutilización siempre que sea posible.

En este sentido, si nos obsequian con regalos que vienen en cajas u otros envoltorios como bolsas, podemos intentar guardarlas para darles un nuevo uso en el futuro, en vez de directamente desecharlas.

En cuanto a la comida, es habitual que los anfitriones cocinen comida de más con el fin de evitar que los invitados se queden con hambre. Durante las fechas navideñas se genera una gran cantidad de sobras de comida que, si no se aprovechan y conservan debidamente, acaban desechadas incrementando de manera notable el número de residuos orgánicos.

Es importante establecer pautas para poder reaprovechar la comida, como guardarla en tuppers, repartirla entre los comensales o bien congelarla para poder comérsela más adelante.

En el caso de los residuos inevitables, como los restos de comida que se quedan en los platos, lo más práctico es reciclarlos depositándolos en el contenedor orgánico. Sin embargo, los más concienciados con el medio ambiente tratan de darle una segunda vida a estos residuos, por ejemplo, convirtiéndolos en compost.

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