En julio del año pasado, el Parlamento de Cataluña aprobaba una ley sobre cambio climático pionera en España. Entre los puntos clave, la ley quería:
reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y la vulnerabilidad a los impactos del cambio climático y, también, favorecer la transición hacia una economía competitiva, innovadora y eficiente en el uso de los recursos
Incluso, el Gobierno catalán afirmaba que: «Hay pocos referentes de leyes similares en otros países del mundo. En Europa ya existe en países como Francia, Reino Unido y Suecia, además de Escocia». Por lo tanto la ley catalana sobre el cambio climático suponía equiparar Cataluña con el resto de Europa.
Uno de los puntos clave de la Ley catalana contra el cambio climático era el del impuesto a los vehículos de tracción mecánica que generaran más CO2, por tanto, que las personas que contaminaran más; pagaran más. Asimismo, tendrían multas los barcos más contaminantes.
Pero no todo fueron buenas noticias, como publicaba el diario ARA el 4 de diciembre del año pasado «El Tribunal Constitucional suspende la ley catalana contra el cambio climático» y esta suspensión significó la congelación del impuesto sobre el CO2 por coches y barcos más contaminantes.
Debido a la intervención del Gobierno español y el ya conocido artículo 155 de la Constitución Española, la Ley Catalana del cambio climático quedó en stand by en diciembre pasado
Esta ley aportaría más de 170 millones de euros al Gobierno de Cataluña, los que irían destinados al departamento de Territorio y Sostenibilidad.
El Tribunal Constitucional, por fin, levanta la suspensión de la ley
Pero, pasados unos cuatro meses el TC por fin levanta la suspensión y así lo publica el Boletín Oficial del Estado.
Por lo tanto, la Generalitat de Cataluña quiere empezar a trabajar para recaudar los impuestos de los vehículos más contaminantes. Además, quieren que entre en vigor el próximo año 2019. ¿Qué se haría con el dinero recaudado? El dinero iría para seguir luchando contra el cambio climático e iría hacia el Fondo Climático y el Fondo de Patrimonio Natural. Estos fondos servirán para fomentar las energías renovables, la descentralización de redes, el autoconsumo eléctrico, las viviendas energéticamente eficientes, la movilidad sostenible, la eficiencia y el ahorro de agua y la conservación de la biodiversidad, entre otros aspectos.
En definitiva, nos alegramos de que el TC haya levantado la suspensión, ya que nuestras ciudades necesitan medidas ZEO ahora más que nunca.