Si hace poco os hablamos sobre la implicación y las acciones que estaban llevando a cabo las escuelas en la lucha contra el cambio climático, ahora nos adentramos en uno de los negocios que más dinero generan en el mundo: el fútbol.

En este sentido, esta misma semana el equipo de fútbol del Paris Sant Germain ha suscitado una gran polémica debido a unas declaraciones consideradas como “negacionistas” por parte de la comunidad climática.

Y es que, durante una rueda de prensa, el entrenador del PSG, Christophe Galtier, y uno de sus jugadores estrella, Kylian Mbappé, se burlaron de una periodista cuándo esta les preguntó por qué el equipo había viajado en avión para disputar el partido de Ligue 1 contra el Nantes, cuando ambas ciudades están conectadas por un tren de alta velocidad. El trayecto, de unos 380 kilómetros, se puede realizar en tren en dos horas, mientras que el equipo parisino alquiló un avión Boeing 737 de 50 plazas.

Después de escuchar la pregunta, el jugador de 23 años de edad se río de la periodista y el entrenador respondió a modo irónico: “Esta mañana hemos hablado con la sociedad que organiza nuestros desplazamientos para ver si podemos ir en carro o en vela”.

Al parecer, estas declaraciones dejaban claro que el equipo no se plantea llevar a cabo sus viajes de corta o media distancia en tren, en lugar de en avión privado. Pero en el fondo, el mensaje que manda el PSG es que el cambio climático es “cosa de risa” y que no pretenden hacer ningún esfuerzo para luchar contra la emergencia climática.

También, que este equipo internacional podría estar llevando a cabo un acto ilegal. Porque el año pasado el Parlamento francés aprobó una ley que prohíbe los vuelos nacionales, cuando haya alguna alternativa en tren, en desplazamientos inferiores a dos horas y media.

La respuesta por parte de otros clubes a esta polémica

Tras estos comentarios, la polémica estuvo servida tanto en los medios como en las redes sociales. Algunas cuentas ecologistas, además de criticar el posicionamiento “aparentemente” negacionista de Christophe y Mbappé, aprovecharon para recordar el uso excesivo de vuelos privados que lleva a cabo Leonel Messi, exjugador del Barça y actual delantero del PSG.

Hace unos meses, la asociación Attac acusó al futbolista de realizar 52 vuelos con su jet privado, lo que supone 1.502 toneladas de CO₂.

Según un informe de la ONG Transport & Enviroment, es importante tener en cuenta que los aviones privados generan 10 veces más emisiones de carbono que las aeronaves de pasajeros y 50 veces más que los trenes. Tal y como muestra el documento, en tan solo una hora de vuelo, un jet privado puede llegar a emitir dos toneladas de CO, cuando, de media, una persona emite alrededor de 8,2 toneladas de CO₂ en el transcurso de un año.

Evitar este tipo de vuelos sería una forma de reducir la huella de carbono de la humanidad y lograr los objetivos de descarbonización propuestos por la comunidad climática:

  • Reducir las emisiones un 55% para 2030
  • Lograr la neutralidad climática para 2050

Después de que estas declaraciones se hicieran virales, en España los periódicos deportivos y ecologistas corrieron rápidamente a comprobar cuál era la política de desplazamientos para los equipos españoles.

La investigación del medio de comunicación ARA, confirma que los clubes españoles también utilizan vuelos privados, pero con mucha menor frecuencia.

El Fútbol Club Barcelona, por ejemplo, se ha desplazado a campos como el Vila-Real, en Castelló de la Plana, o al estadio de Zaragoza en autobús. Sin embargo, algunas veces también lo han hecho en vuelo privado chárter.

En el caso del Real Club Deportivo del Español, la política es similar a la del Barça. Para los desplazamientos de corta o media distancia, dentro de Cataluña o Valencia, utilizan autocares, mientras que para desplazarse a ciudades como Pamplona o Valencia van en vuelo privado.

Al parecer con el Girona, equipo que ha subido a primera división este año, existe un mayor compromiso climático. El equipo del Girona prioriza siempre el tren de alta velocidad, para viajar a Madrid, Pamplona o Valencia.

No descartan optar por un vuelo chárter, pero solo en casos excepcionales: si los horarios y el calendario complican el bienestar de los jugadores. Para que os hagáis una idea: el último vuelo chárter que realizó el equipo del Girona fue para ir a jugar a Tenerife.

Por su parte, desde el Real Betis Balompié anunció el año pasado que el nuevo medio de transporte oficial del equipo sería Renfe. El acuerdo de colaboración fija que el tren se convierte en el ‘Transporte Oficial’ para los desplazamientos de sus clubes de fútbol y baloncesto en las diferentes competiciones que disputan a lo largo de esta temporada.

Además, la compañía facilitará descuentos para los viajes en tren con motivo de los encuentros deportivos programados de los clubes, de sus secciones masculina y femenina.

El Atlético de Madrid y el Real de Madrid también activaron estrategias para reducir su huella de carbono de los desplazamientos de corta y media distancia. En mayo de 2022 ambos equipos se trasladaron al Cívitas Metropolitano en dos autobuses públicos eléctricos facilitados por la Empresa Municipal de Transportes de Madrid.

La otra cara de la moneda

Aunque por estas declaraciones pueda parecer que los grandes clubes de fútbol no están concienciados sobre la importancia de frenar el cambio climático, lo cierto es que en el mundo del deporte hay muchos clubes y jugadores que están haciendo cambios en esta línea y activando su propia transición ecológica

El claro ejemplo de ello es el nuevo fichaje del Barça, Héctor Ballarín, un vegano, ecologista y modelo, que el año pasado prometió plantar 3.000 árboles por cada victoria que ganase su anterior equipo, el Arsenal.

Ballarín es un ferviente defensor de la conciencia climática. Ha invertido en un par de empresas ecológicas y es accionista del equipo más sostenible del mundo, los Forest Green Rovers.

Y es que según contó el joven futbolista durante su rueda de prensa de presentación: “El fútbol me da tanto que me coloca en una posición en la que puedo ayudar más que la mayoría. Es mi deber hacerlo y estoy muy feliz”.

También en esa línea sigue Pedro González, también conocido como Pedri, la joven promesa del FC Barcelona y jugador de la selección española de fútbol, que se ha convertido en un nuevo icono de la moda sostenible. Al parecer, Pedri ha sido seleccionado para ser el modelo principal de “Icons”, la nueva campaña de ropa ecológica de Springfield.

De hecho, en la actualidad, algunos de los equipos españoles más importantes del momento han llevado a cabo cambios para incrementar su compromiso sostenible y reducir su impacto en el medio ambiente.

Además, desde Reino Unido los Forest Green Rovers se convirtieron en el equipo de fútbol más sostenible del mundo, un ejemplo a seguir para los demás clubes, gracias a su ADN ecologista que se hace visible en el propio estadio, la movilidad y la alimentación de los jugadores, la equipación, etc.

Los equipos de fútbol y sus jugadores, no solamente son figuras que influyen en la opinión pública, sino que también tienen su parte de responsabilidad en el camino hacia una sociedad más ZEO.

La huella de carbono del fútbol

Y es que los clubes de fútbol, de forma directa, generan emisiones a través de los constantes viajes de los equipos, pero también a partir de los partidos, eventos y otro tipo de encuentros que organizan los clubes.

Los estadios requieren de una gran cantidad de energía para su funcionamiento. De hecho, según Holaluz, un estadio de un equipo de fútbol europeo consume una media de 8 millones de kW/hora al año, el gasto equivalente a un total 2.500 familias.

Por este motivo, en septiembre de 2019 una de las principales organizaciones de fútbol del mundo empezó a calcular también la huella de carbono de sus principales torneos.

Los datos de la UEFA revelaron que ese año, la Champions League europea generó un total de 2.925.000 toneladas de CO2 equivalente. Para hacer el cálculo se contabilizaron las emisiones generadas por los desplazamientos y las estancias de hotel de 24 equipos, y la energía generada por los 51 partidos celebrados en 10 ciudades diferentes. Y no sólo eso, también se contabilizó la huella de carbono generada por los 2,5 millones de espectadores que asistieron presencialmente a ver los partidos.

Todo apunta a que los detractores del cambio climático en el fútbol son escasos y que la tendencia es que los equipos sean cada vez más sostenibles.

Por su parte, los jugadores están tomando cada vez más conciencia de su poder de influencia y del impacto medioambiental de us actividad e intentan reducirla. El fútbol va camino de ser auténticamente ZEO.

¿Te ha parecido este, un artículo 5 estrellas? Déjanos tu valoración:

1 Star2 Stars3 Stars4 Stars5 Stars (No Ratings Yet)
Cargando…
HAZTE ZEO
close slider

únete a la comunidad ZEO

Mantente al día de las últimas acciones, eventos y noticias ZEO

Información Básica Sobre Protección de Datos:
Responsable: SPONSORING MARACANA SL
Finalidad: Atender sus consultas y/o solicitudes. Acciones comerciales
Derechos: Acceder, rectificar y suprimir los datos, así como otros derechos, como se explica en la información adicional.
Información adicional: Puede consultar la información adicional y detallada sobre Protección de
Datos en nuestra página web, apartado Política de Privacidad

Acepto las condiciones legales y la Política de privacidad