¿Es posible comprar placas solares a mitad de precio y amortizar la inversión en 4 años? Sí, es posible. El movimiento social Col·lectiu Solar es una iniciativa que está promoviendo la soberanía energética por todos los municipios de toda Cataluña. Col·lectiu Solar abarata la compra de placas solares fotovoltaicas estableciendo grupos de compra por localizaciones. Cuando se apuntan un número determinado de casas, se cierra el colectivo y se hace el pedido masivo de placas solares. Gracias a este pionero sistema se abarata el coste de las placas un 40% y se reduce el tiempo de amortización en 4 o 6 años -en vez de los 10 a 15 años convencionales-.

Este mes abrirán el grupo de compra del Vallès Occidental y harán especial incidencia en la zona de Bellaterra, una urbanización con un gran potencial gracias al hecho que cuenta con un alto número de casas entre sus edificaciones. “Antes teníamos que vigilar con walkie talkies que nadie viera que estábamos haciendo una instalación solar fotovoltaica” asegura Sjoerd Gaastra, uno de los impulsores de la iniciativa Col·lectiu Solar y partner de la empresa Revosolar. “Ahora estamos a punto de llegar a las 2.000 instalaciones fotovoltaicas”.

¿Cómo nace la idea de crear un movimiento de compra colectiva de placas solares?

Todo nace desde la empresa de gestión e instalación de energía solar, Revosolar, que desde hace 15 años veíamos que no había forma de normalizar el autoconsumo. Había mucha inseguridad, que si multas, que si estaba medio prohibido… Había una campaña de desinformación expresa por parte del gobierno que no dejaba al ciudadano acabar de dar el paso.

Cuando ya estaba claro que el autoconsumo fotovoltaico se legalizaba, conformo la Ley Europea, todavía había problemas porque la gente no sabía como hacer el cambio. Nosotros somos una empresa de Celrà, donde gobierna la CUP. Nos reunimos con su alcalde para explicarle que por ejemplo, en Perpiñán, estaba todo lleno de paneles mientras que al entrar en Cataluña, no veías ninguno. Decidimos romper este desconocimiento. Decidimos hacer 4 o 5 instalaciones solares en diferentes pueblos de la zona. De este modo los vecinos las verían y se animarían a dar el paso. Queríamos normalizar el hecho de tener placas solares en tu propia casa.

Desarrollamos un modelo para acabar con este punto muerto. La fórmula es abaratar al máximo el coste de las placas solares, reuniendo a mucha gente para hacer un único pedido y conseguir así un precio mínimo, el precio de coste fábrica. Lo que te ahorras de la factura de Endesa anualmente es lo que pagarás por la instalación y las placas.

Esta idea la llevamos a cabo creando un pequeño colectivo solar en Celrà. Al principio se apuntaron 12 pueblos de la zona hasta que al final fuimos unos 44 pueblos del Alt Empordà. Hicimos una compra de paneles por unas 500 casas/instalaciones y las superamos llegando a las 650. El fenómeno se ha extendido bastante gracias a los medios de comunicación, y a raíz de esto hemos hecho más colectivos por toda Cataluña: Estamos Vallès Oriental, Vallès Occidental, Maresme…

¿Hasta el momento cuánta gente se ha pasado a la energía solar neta gracias a la iniciativa colectivo Solar?

Hasta ahora, con el colectivo solar, 1734 hogares han hecho la instalación de placas solares, y estamos a punto de llegar a las 2.000. Ya hace 15 años que batallamos por la transición energética. Hace 3 años estuvimos instalando en un pueblo cerca de Celrà y tuvimos que contratar dos chicos, uno a cada extremo de la calle, con walkie talkies para que vigilasen que no viniera nadie. Instalar placas solares parecía una práctica ilegal y poco apoyada por parte de las administraciones. Nuestra tarea diaria era luchar contra la ilegalidad, ahora luchamos para informar y dar a conocer esta posibilidad al mayor número de personas.

¿La iniciativa de compra colectiva para abaratar el coste de la instalación, es una iniciativa que también se hace a escala europea o el resto de España?

Si, yo hace 40 años vivía en Holanda y allá siempre ha sido una cosa muy normal, en países nórdicos es un modelo muy extendido. Cogimos este modelo adaptado a la realidad de aquí. El problema es que aquí si las personas no lo ven claro, no quieren poner dinero por delante, no están acostumbrados. Por eso hemos hecho más de 60 charlas en todos los pueblos explicándolo bien y al final la gente se ha acabado sumando.

¿Crees que cada vez hay más gente que se quiere pasar al autoconsumo fotovoltaico? ¿Cuál es la razón a tu parecer?

Ahora ya es un tema normalizado. El colectivo ha servido para movilizar a la gente, para activar y dinamizar el tema. Ahora por ejemplo el colectivo de Gerona ya se ha abierto dos veces: hay una demanda continua de instalaciones solares. Tengo un compañero que trabaja en la oficina de Iberdrola, que me ha asegurado que antes del movimiento Col·lectiu Solar, no vendía nadie a comprar o instalar paneles solares. Ahora me ha comentado que tienen como 15 demandas de paneles a la semana. Creo que hemos hecho un gran trabajo de concienciación, difusión y normalización.

Per tota aquesta tasca de normalització i difusió rebeu algun tipus d’ajuda o subvenció estatal?

No recibimos nada. En este caso, gracias a esta tarea de difusión hemos obtenido un gran número de clientes para Revosolar, empresa experta en instalaciones fotovoltaicas. Otros países reciben ayudas y subvenciones de manera recurrente.

¿Por qué razón establecéis grupos de compra por localizaciones?

Básicamente porque no es solo hacer una compra de placas solares; también se tienen que instalar. Nosotros necesitamos que sean casas próximas las unas de las otras para hacer la instalación de manera eficiente. Si no, sería un coste demasiado elevado. No podemos ir a una distancia de 200 km para instalar, sería poco sostenible y una ruina por la empresa que hay detrás.

¿Con el Kit Solar fotovoltaico que instaláis habitualmente, los hogares tendrían que seguir instaladas en la red convencional?

Sí, tienes que estar conectado a la red porque es autoconsumo: Solo produces durante el día y puedes tener provecho durante el día. Por la noche tienes que estar conectado en la red, pero esto pasa en todos los países. De momento el hecho de cortar completamente con la red, estar aislado, es mucho más complicado porque requiere tener una batería de litio. Una sola batería ya vale 6.000 €.

¿Además dicen que las baterías de ahora todavía no son bastante buenas en relación “calidad y precio” para invertir no?

Exactamente. Además ahora yo no recomendaría baterías a nadie. La ley ha cambiado y ya podemos inyectar la energía sobrante en la red durante el día y sacarla por la noche, cuando ya no produces. Esta energía que tú consumes durante el día, aunque la hayas hecho entrar a la red, es propiedad tuya, y por la noche la puedes recuperar. Es la idea de ver la red eléctrica nacional como la batería comunitaria donde todo el mundo puede meter y sacar su energía. Por eso no hace falta tener baterías.

¿Vuestra iniciativa está enfocada a la instalación en todo tipo de viviendas, por ejemplo, también a bloques de pisos?

En ciudades tenemos pocas posibilidades porque hay muchas casas y poco espacio para poder instalar las placas. La iniciativa está más enfocada a personas que tienen una vivienda unifamiliar, más bien en pueblos o pequeñas ciudades.

¿Si hablamos de números a la factura, después de los 4 a 6 años de amortización, de cuánto ahorro anual en energía estaríamos hablando?

Todo depende de la potencia y del consumo, pero de media son unas 10 placas solares y unos 3.000 W de potencia. Esto te ahorra entre 60 y 80 € al mes en la factura de la luz. Al año estaríamos hablando de unos 700 y 900 € de ahorro. Esto quiere decir que si te ha costado 4.000 €, que es lo que acostumbra a costar cuando haces la compra con el Col·lectiu Solar, en 4 años ya lo tienes amortizado.

He visto que tenéis 2 tipos de compra, una para colectivos residenciales y otra para colectivos agropecuarios. ¿La compra para colectivos agropecuarios está funcionando igual de bien?

Lo qué pasa con la compra de colectivo agropecuarios, es que son instalaciones muy grandes y que necesitan mucha potencia, por lo tanto son mucho más caras. El problema es que al sector agrario no se los dan ningún crédito ni ninguna clase de ayuda para dar el paso, para hacer la transición. Aquí encontramos un problema de crisis económica que está haciendo muy difícil empezar una transición a la energía solar en el sector. Es una pena porque sabemos que generaría un gran ahorro de dinero, pero no tienen tienen suficientes medios para invertir.

Ahora mismo, ¿Cuántos colectivos tenéis abiertos?

Ahora mismo estamos con Alella y las ciudades de la zona: Cristiana, Montgat y Masnou. Empezamos con un pequeño colectivo de 80 y al final se ha apuntado mucha gente hemos tenido que ampliar a 200. Finalmente estamos con unos 230 y en breve cerraremos el colectivo y empezaremos con la instalación.

Y también abriréis un colectivo en el Vallès Occidental, donde el jueves haréis especial incidencia en la urbanización de Bellaterra…

Sí, este empezará ahora en abril y cerrará en julio. Hemos definido unas 150 instalaciones para el Vallès Occidental y unas 150 para el Penedès. En total esperamos que se apunten unas 300 casas. Nos gustaría que fueran más, pero por temas organizativos y logísticos tenemos que dejarlo en 300, no podemos con tantas instalaciones. Ya nos gustaría hacer un colectivo de 500 o 600 en Bellaterra, pero tenemos demasiados frentes abiertos y necesitamos de uno a dos días para montar la instalación en cada casa.

El otro problema es que no hay instaladores. Hemos tenido que fundar una academia de instaladores para resolver este problema. Nos gusta decir que estamos fabricando instaladores. Después de 15 años de frenar y poner trabas en el sector fotovoltaico, ahora que ya tenemos total libertad y todo es legal, nos encontramos con el problema de que no hay profesionales calificados para hacer este trabajo.

¿Ahora hay muchas menos trabas administrativas para la transición en España?

Ahora el denominado “impuesto al sol” ya no existe. El presidente Pedro Sánchez lo ha cambiado porque la Unión Europea, en la inserción parlamentaria en Bruselas el 2018, declaró el impuesto español del Sol un impuesto ilegal. A España le han dado un año para ponerse al nivel del resto de países europeos en el tema de energías renovables. Estamos ahora mismo luchando por un cambio de modelo energético, estamos en la transición energética global del planeta.

Esto no solo es importante para el planeta, para el cambio climático, también hay ciertos intereses económicos. Se está creando todo un nuevo tejido industrial de empresas e iniciativas nuevas: coches eléctricos, bombas de calor, nuevas energías renovables… A España también le interesa regenerar su tejido empresarial, sino nos quedaríamos atrás.

¿Cuál crees que será la fecha en la cual podremos tener ya la mitad de población abasteciéndose con energía renovable?

Hay un Plan Europeo que habla del 2035 como una línea roja. A partir del 2035 estará prohibida cualquier clase de combustión. En los países nórdicos como Holanda, en solo 7 años ya estará prohibido comprar coches híbridos, de gasolina o gasóleo. También estarán prohibidas las calderas de gas. La transición está en plena marcha, el único país que va tarde es España.

¿Quieres pasarte a la energía limpia?

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