Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín: ¿son de verdad “cero Emisiones”?

Aunque el titular de este artículo sea esperanzador y positivo para la lucha contra el cambio climático, debe ser tomado con ciertas reticencias. Como diría el refranero popular, este titular se podría “coger con pinzas”.

En los últimos meses, el gobierno de China ha hecho bandera de la sostenibilidad gracias a los Juegos Olímpicos de Invierno que se están celebrando estos días en la capital, Pequín. Según el presidente del país, Xi Jinping, estos son los primeros juegos de invierno completamente ZEO -cero emisiones- de la historia.

Sin embargo, ¿hasta qué punto esto es cierto? ¿qué medidas sostenibles ha tomado la organización para lograr reducir las emisiones?

Juegos de invierno con 100% nieve artificial

Cuando empezaron los juegos Olímpicos de Invierno de Pequín el 4 de febrero de 2022, se llenaron todas las pistas de esquí de Yanqing de nieve artificial. Los visitantes y aficionados que acudieron estos días a animar a los deportistas, fueron testigos del gran contraste de las pistas blancas, con las montañas marrones y verdes del norte de China.

Debido a la falta de precipitaciones y la subida de las temperaturas causadas por el cambio climático, este año los Juegos Olímpicos de Invierno se han celebrado completamente con nieve artificial. Un recurso que, como bien sabemos, requiere grandes dosis de energía para su producción.

Sin embargo, para la tranquilidad de la comunidad climática, el presidente Xi Jinping ha asegurado que toda la energía utilizada para la celebración de los juegos es 100% de origen renovable. Y es que la huella de carbono del suministro energético, era un tema que preocupaba en gran medida a la comunidad climática.

China asegura que estos Juegos de Invierno son los más sostenibles de la historia

Muchos aseguran que, en el caso de estos Juegos Olímpicos, el concepto “cero emisiones” está cogido con pinzas. Aunque es posible reducir las emisiones utilizando el uso de energía renovable, des de una perspectiva del ciclo de vida, seguramente es probable que los vehículos eléctricos, las bombas especiales para hacer circular la nieve o los propios cañones de nieve, se hayan fabricado utilizando energía de combustibles fósiles.

Y aunque se ha contado con una flota de vehículos 100% eléctrica para el personal de apoyo del evento, se ha utilizado energía renovable para el suministro eléctrico y agua recogida de la lluvia para la nieve artificial, hay algunos detalles que no se han tenido en cuenta.

Por ejemplo, la huella de carbono generada tanto por los equipos y jugadores como los aficionados al desplazarse en avión o barco hasta el evento. O bien las emisiones generadas a raíz de la retransmisión en vivo de estos Juegos Olímpicos de Invierno. Los servidores de datos que hacen funcionar internet contribuyen al cambio climático.

También algunos pequeños detalles más visibles como el hecho de que las máquinas quitanieves funcionan con Diésel.

¿Son verdaderamente ZEO los Juegos Olímpicos de Invierno?

Por este motivo, es normal cuestionarse si realmente estos Juegos Olímpicos de Invierno que se están celebrando en Pekín son completamente ZEO.

Y es que, tras el evento, se compensarán las emisiones de CO2 generadas a través de proyectos de plantación de árboles. Como bien sabemos, esta es una solución que no contribuirá en la reducción de las emisiones de forma inmediata, si no dentro de unos años. Cuando vayan creciendo estos árboles y vayan capturando CO2.

Actualmente, existe un gran debate en la comunidad climática sobre si la compensación de CO2 es una medida o solución realmente positiva para la lucha contra el cambio climático.

Los expertos apuntan a que, con la compensación, las empresas con relativa solvencia y capital económico seguirán emitiendo CO2 y pagando por compensarlo y, por lo tanto, no se lograrán cumplir los objetivos de reducción de emisiones recogidos en el Acuerdo de París 2015.

Pero la crítica de la comunidad climática hacia China va mucho más lejos. Para muchos, resulta hasta casi anecdótico que esta nación abandere la sostenibilidad cuando es responsable de 31% de las emisiones mundiales, según datos del 2021. China es el primer país emisor de CO2 por delante de Estados Unidos.

En este país, cuya revolución industrial no tuvo lugar hasta 1949, el 56% del consumo total de energía primaria proviene del carbón, un 20% de petróleo y un 6% de la energía hidroeléctrica.

Sin embargo, el presidente Xi Jin Ping ha mostrado en múltiples encuentros internacionales como las COP (Conferencias de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático), su voluntad de hacer China más sostenible y comenzar una transición progresiva hacia la energía limpia.

En los últimos años China ha registrado niveles de crecimiento más altos que cualquier otro país en las tres principales tecnologías renovables: energía hidroeléctrica, eólica y solar fotovoltaica.

Según recoge la revista La Comuna, la hidroeléctrica ha contribuido de forma decisiva al crecimiento general de la generación renovable de China, pero el mayor crecimiento proviene de la generación eólica y solar.

Por otra parte, la energía eólica ha crecido alrededor de un 30% cada año, y hoy en día representa casi el 10 % de la capacidad total de China, superando al gas natural y a la energía nuclear. Así la eólica se ha convertido en la tercera mayor fuente de suministro de energía de China (después del carbón y la energía hidroeléctrica).

Los próximos Juegos Olímpicos de Invierno 2030

Puede ser que, para muchos, aun queden ciertas dudas sobre si estos Juegos de Invierno de Pequín han sido los primeros cero emisiones de la historia. Aun así, un nuevo informe descubre que la crisis climática podría reducir el número de lugares en el mundo que pueden acoger competiciones de nieve al aire libre.

El estudio publicado por la Universitat Loughborough de Londres asegura que para el año 2080, solo seis de los 19 lugares que hasta ahora tenían condiciones climáticas favorables podrán continuar acogiendo estos eventos.

Otro estudio desarrollado por un grupo de universidades de Canadá, Estados Unidos, Noruega y Austria es aún más pesimista. De mantenerse el calentamiento global de la Tierra, los Juegos Olímpicos de Invierno solo podrían celebrarse en la ciudad de Sapporo, en Japón.

Aun así, contra todo pronóstico, los Pirineos están barajando presentar su candidatura para los próximos juegos olímpicos de invierno de 2030.

Los Pirineos, posible candidato a los Juegos Olímpicos de Invierno del 2030

Tras el precedente de Pequín, a partir de ahora, el Comité Internacional Olímpico solo aceptará candidaturas que garanticen la posibilidad de hacer unos Juegos ZEO y que no requieran la construcción de nuevas instalaciones deportivas.

Sin lugar a dudas, el hecho de que esta región este trabajando en su propia Estrategia Pirenaica para hacer frente al cambio climático, podría hacerle escalar posiciones en esta carrera de fondo para decidir la ciudad que acogerá este evento.

Y es que tal y como comentan algunos vecinos y comerciantes de la región de los Pirineos, los Juegos Olímpicos podrían generar mucha actividad económica en los Pirineos, algo realmente necesario para el desarrollo de la región. Al mismo tiempo, este enriquecimiento se podría utilizar para destinar más recursos para la conservación del territorio.