La OTAN trata el tema del cambio climático, pero sin poner el foco en las emisiones

Los días 28, 29 y 30 de junio, los jefes de Estado de la OTAN se han reunido para celebrar una nueva Cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en el recinto IFEMA de Madrid.

La invasión de Rusia a Ucrania y las solicitudes de adhesión a la OTAN de Finlandia y Suecia han sido algunos de los temas más comentados y señalados de la agenda. Sin embargo, en esta nueva edición de este encuentro internacional también ha habido tiempo para hablar de uno de los problemas más importantes de la humanidad: la crisis climática.

Y es que el primer día del Foro, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, compartió la publicación del primer informe de la Secretaría de la organización sobre Cambio Climático.

Además, la OTAN anunció su nuevo compromiso con la lucha climática y su voluntad de contribuir a una sociedad más ZEO: los países de la Alianza reducirán su huella de carbono un 45% para 2030 y trabajarán para lograr la neutralidad climática para 2050.

Ahora bien, ¿qué implicará este nuevo compromiso para la comunidad climática? ¿por qué es tan importante que la OTAN establezca sus propios objetivos de descarbonización?

¿Qué es la OTAN y qué países la forman?

Esta organización, también denominada Alianza Atlántica, fue fundada el 4 de abril de 1949 en Estados Unidos, a raíz del Tratado de Washington.

Está formada por 30 países del Norte de América y Europa, y tiene el objetivo de contribuir a la seguridad, el comercio y los acuerdos políticos de la región del Atlántico Norte. Entre los países se encuentran Canadá y Estados Unidos, pero también Polonia, Rumanía, Turquía, Dinamarca, Islandia, Bulgaria o Croacia.

Entre los miembros de la OTAN se encuentran algunos de los países que más han contribuido o contribuyen al calentamiento global de la Tierra: EEUU, Alemania, Reino Unido, Francia e Italia.

¿Cómo conseguirán los países de la Alianza reducir su huella de carbono?

Uno de los principales objetivos recogidos en el informe de la OTAN de cara a los próximos años, es lograr que la Alianza y sus miembros se encaminen hacia la independencia energética de los combustibles fósiles.

Durante la Cumbre de la OTAN en Madrid, Annalena Bearbock, la ministra de exteriores de Alemania, aseguró que “Rusia utiliza la energía como arma coercitiva. Por este motivo, hay que reducir la dependencia energética y diversificar las fuentes de energía”.

La ministra declaró que debemos “trabajar conjuntamente para coordinar las políticas nacionales” y, en este sentido, la OTAN puede ser la plataforma ideal para innovar sin perder la efectividad.

Poco a poco esta organización internacional está empezando a tomarse en serio el cambio climático. Ahora tienen muy claro que la emergencia climática es una “cuestión vital” y que, para estar a la vanguardia tecnológica, deben activar su transición ecológica.

El principal motivo para la transición ecológica es económico

Aunque el informe del secretario general de la OTAN habla de la importancia de reducir el uso de combustibles fósiles y otras cuestiones para frenar el cambio climático, lo cierto es que el objetivo principal de esta transición parece ser económico.

Para la OTAN, diversificar las fuentes de energía permitirá una mayor independencia energética y, por lo tanto, ayudará a mantener los mercados de los países de la Alianza.

¿Es lícito que los motivos de la transición ecológica sean principalmente económicos? Desde la Plataforma ZEO creemos que ya sea por aspectos económicos, sociales, humanitarios o logísticos, lo más importante es que los cambios den pie a una reducción de las emisiones.

Porque, aunque las medidas de adaptación y resiliencia son necesarias para hacer frente a las consecuencias del cambio climático, la única forma de detener la situación de emergencia climática es reducir las emisiones de CO2, hasta llegar a su neutralidad, y lograr una sociedad más ZEO.