Después de 5 años de su publicación, desde la Plataforma ZEO nos preguntamos, ¿quién conoce los ODS de la ONU, aparte de preguntarse qué es este pin que lucen algunos personajes, o las webs de algunas marcas, ayuntamientos o espacios televisivos?
En la pantalla del espacio “El temps” de TV3, bajo el símbolo de los ODS, presentan el contador de emisiones de CO2 comparándolos con el año anterior y con hace 10 años.
El año 2015 la Asamblea General de la ONU aprobó AGENDA 2030 PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE, “un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia “.
Después de 2 años de consultas públicas, interacción con la sociedad civil y negociaciones entre los países, se definieron los 17 OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE (ODS) de la Agenda que quieren alcanzar 169 hitos de carácter integral e indivisible que incluyen las áreas económica, social y ambiental.
“Un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia”
En el momento de su publicación, esta nueva estrategia debía regir los programas de desarrollo de los países en los siguientes 15 años. ¡¡Ahora sólo nos quedan 10 años para conseguirlo!!
El principio transversal en toda la Agenda 2030 es no dejar a nadie atrás
Los estados se comprometieron a:
“Poner fin a la pobreza y el hambre en todo el mundo de aquí a 2030, a combatir las desigualdades dentro de los países y entre ellos, a construir sociedades pacíficas, justas e inclusivas, a proteger los derechos humanos y promover la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres y las niñas, y a garantizar una protección duradera del planeta y de sus recursos naturales “.
A raíz de la pandemia del COVID-19 la ONU ha puesto en marcha la campaña “ACTÚA AHORA” que quiere promover la acción individual ante el cambio climático y la sostenibilidad. La suma de las decisiones individuales puede revertir el cambio climático. Nuestras vidas dependen de la salud del planeta y la salud del planeta depende de nosotros.
Estas son las 10 sencillas acciones que la ONU nos propone para empezar y que, además, podemos seguir mediante una aplicación en el móvil. También se pueden registrar las acciones personales en el bot del chat, # ActúaAhora, que se ven reflejadas en una cuenta global.
Movilizad personas de vuestro entorno para que se impliquen en la consecución de estos objetivos y actúen de agente multiplicador.
¿Cuáles son estos objetivos y qué podemos hacer los ciudadanos desde el punto de vista de las emisiones?
Este ODS nos conmina a erradicar la pobreza extrema y a reducir la proporción de personas de todas las edades que viven en la pobreza garantizando un acceso universal a recursos y a servicios básicos como la vivienda, la energía, la asistencia sanitaria o las tecnologías, así como también fomentar la resiliencia de las personas pobres y vulnerables ante las situaciones de crisis o desastres.
No puede haber desarrollo sostenible sin erradicar la pobreza
Desde el punto de vista de las emisiones de GEI y su influencia en la pobreza, los ciudadanos podemos participar en la lucha contra la pobreza energética, hacer un consumo responsable, adquirir productos de comercio justo …
Este ODS pide erradicar la desnutrición y combatir la mala alimentación, origen de enfermedades. También se ha de asegurar la sostenibilidad de los sistemas de producción de alimentos, aplicar prácticas agrícolas sostenibles, adoptar medidas para que los mercados de productos básicos alimentarios y sus derivados funcionen correctamente, y fomentar nuevos modelos agroalimentarios sostenibles, sanos y justos en todo el mundo.
Podemos colaborar con el banco de los Alimentos y otras entidades que luchan contra el hambre, comprar productos locales y sostenibles, no malgastar la comida, etc.
Este ODS nos conmina a prevenir y combatir las enfermedades transmisibles, nuevas y emergentes, y todas las que, sin ser transmisibles, causan la mayor parte de la mortalidad prematura, desde el cáncer hasta las afecciones coronarias. Hay que fortalecer, también, las medidas para el control del tabaco, así como intensificar la prevención y el tratamiento del abuso de sustancias adictivas.
Asimismo, nos pide trabajar para disminuir sustancialmente las muertes y enfermedades causadas por productos químicos y por la polución del aire, el agua y el suelo, así como los accidentes de tráfico.
Podemos dejar el coche y caminar o usar la bicicleta, no usar detergentes contaminantes. Apostar por las energías no contaminantes. Mantener una dieta saludable i hacer ejercicio.
Este ODS pide garantizar el acceso a servicios de atención y desarrollo en la primera infancia y a una enseñanza preescolar de calidad. También se tiene de potenciar que todos acaben la enseñanza primaria y secundaria, que deberá ser gratuita, equitativa y de calidad, y acceder a una formación técnica, profesional y superior de calidad, incluyendo la enseñanza universitaria.
Asimismo, es necesario que todo el alumnado adquiera los conocimientos necesarios para promover el desarrollo sostenible: derechos humanos, igualdad de género, promoción de una cultura de paz y no violencia, adopción de estilos de vida saludables, etc.
Los ciudadanos que tenemos una especial sensibilidad ecológica podemos participar, presencial o económicamente, en proyectos de voluntariado educativo.
Este ODS nos impulsa a trabajar por la igualdad de mujeres y hombres en el ámbito laboral y a combatir la discriminación salarial, así como promover la conciliación de la vida personal, familiar y laboral.
Se trata de erradicar la violencia y la discriminación contra las mujeres, así como de asegurar que tienen las mismas oportunidades que los hombres en todos los ámbitos de la vida.
Esto significa acabar con todas las formas de violencia contra las mujeres, incluida la explotación sexual.
Hay que trabajar por el reconocimiento y el reparto de los cuidados y del trabajo en la esfera familiar. Finalmente, también se ha de velar por la participación plena y efectiva de las mujeres, y por la igualdad de oportunidades en el liderazgo de la vida pública.
Las mujeres han demostrado ser más importantes que los hombres en la lucha contra el cambio climático por su concienciación y su labor más ejemplificadora. Hay que empoderar más a las mujeres.
Este ODS pide el acceso al agua potable, así como el saneamiento y la gestión de ecosistemas de agua dulce, esenciales para la salud humana, la sostenibilidad ambiental y la prosperidad económica.
Promueve el acceso universal, equitativo y a un precio asequible al agua potable y a los servicios de saneamiento e higiene adecuados.
Por otra parte, se trata de mejorar la calidad del agua y aumentar sustancialmente el reciclaje y la reutilización en condiciones de seguridad, así como de utilizar de manera eficiente los recursos hídricos.
Podemos utilizar productos de limpieza no contaminantes, reutilizar el agua i reducir el consumo, optimizar el uso de la lavadora y del lavavajillas i no tirar productos químicos al fregadero o al inodoro.
Este objetivo aborda aspectos relacionados con garantizar el acceso universal a servicios de energía limpios, asequibles, fiables y modernos.
Por otra parte, y considerando el actual contexto de cambio climático, estos aspectos deben sumarse, necesariamente, al aumento de la proporción de energías renovables, la eficiencia energética, la investigación y la promoción de la inversión en infraestructuras energéticas y tecnologías limpias.
Debemos aprovechar las fuentes de energía renovables, ahorrar energía aislando nuestro hogar, bajando los termostatos, cambiando a electrodomésticos eficientes, contratando el suministro a las empresas de energías renovables, reduciendo el uso del coche …
Este objetivo nos conmina a promover las actividades productivas, el turismo sostenible, el empleo digno, la creatividad y la innovación, el emprendimiento y las microempresas y pymes.
Pide incrementar la productividad mediante la diversificación, la modernización tecnológica y la innovación
Pero también requiere avanzar hacia una economía más desmaterializada y circular, y asumir determinados compromisos sociales, con el empleo de calidad, con la seguridad en el trabajo y con la inserción laboral, pensando sobre todo en las personas jóvenes.
El uso de los recursos, tanto en la producción como en el consumo, deberá ser cada vez más eficiente, y habrá que procurar desvincular el crecimiento económico de la degradación del medio ambiente.
Vigilar la salud en el entorno laboral, apoyar la economía circular, hacer turismo sostenible.
Este ODS tiene por objeto desarrollar infraestructuras fiables, sostenibles, resilientes y de calidad.
Pide que sean sostenibles, que sus beneficios económicos y sociales sean claros y que su acceso sea asequible y equitativo.
El ODS 9 también se refiere a promover una industrialización inclusiva y sostenible mediante tecnologías y procesos limpios, y que esta industria contribuya a aumentar sustancialmente el empleo y el PIB. Por otra parte, se debe promover la innovación y reducir la brecha digital si queremos garantizar la igualdad de acceso a la información y el conocimiento.
Reciclar los dispositivos antiguos y sustituirlos por unos más eficientes, contribuir a hacer las ciudades más saludables convirtiendo las azoteas en zonas verdes que mejoran la calidad del aire y el aislamiento hasta un 25% y absorben el ruido.
La reducción de las desigualdades exige un cambio transformador. Hay que redoblar los esfuerzos para erradicar la pobreza extrema y el hambre, e invertir más en salud, educación, protección social y empleo decente, especialmente a favor de la gente joven, las personas migrantes y otros colectivos vulnerables.
Este objetivo aborda la inclusión social, económica y política de todas las personas forjando vínculos y rompiendo barreras de edad, género, clase, capacidades, lengua, origen u orientación sexual.
Conocer y respetar todo tipo de personas y colaborar con entidades que trabajen por la desaparición de las desigualdades tanto sociales como energéticas.
Se trata de situar las ciudades en el centro del desarrollo sostenible en un mundo cada vez más urbanizado.
Las ciudades deben convertirse líderes en la generación de sistemas humanos perdurables y de calidad y deben garantizar la seguridad y los mínimos de una vida digna para toda la ciudadanía.
Por ejemplo: una vivienda en condiciones asequibles, los servicios básicos, la educación y la sanidad, pero también la movilidad (con una buena planificación), espacios verdes de calidad y una vida comunitaria activa.
Las ciudades deben planificar su desarrollo de una forma sostenible y participativa, velando por la protección del patrimonio cultural y natural, asegurando la integración territorial y aportando respuestas integrales y resilientes a los riesgos derivados del cambio climático y otros posibles desastres o crisis
Utilizar transportes ecológicos, adecuar nuestro hogar para que no se convierta en un emisor de GEI, promover espacios públicos seguros y accesibles y, cuidarlos porque son la casa de todos.
El ODS 12 pone el foco en la promoción de la gestión sostenible y del uso eficiente de los recursos naturales, en la reducción de la generación de residuos y del desperdicio de alimentos, y en el fomento de la gestión ecológicamente racional de los productos químicos en las prácticas de producción y consumo.
Este ODS aspira a garantizar una gestión correcta de los residuos inevitables, sobre todo los que son tóxicos. En cuanto a las empresas, especialmente a las grandes y a las transnacionales, se les pide que actúen de forma más sostenible y transparente. Los poderes públicos también pueden hacer mucho, a través de sus políticas fiscales y de contratación, y de impulso a la concienciación social sobre desarrollo y estilos de vida sostenibles.
Al comprar debemos informarnos del lugar de origen, de cómo se ha fabricado, tanto de las condiciones de los trabajadores como de las materias empleadas. También hay que reutilizar, reciclar y compostar los residuos orgánicos, etc. Se trata de reducir nuestro impacto sobre el planeta produciendo y consumiendo sólo lo que necesitamos.
El ODS 13 nos conmina a tomar medidas para combatir el cambio climático, centradas en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, de acuerdo con lo que se vaya estableciendo el Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático.
Esto conlleva integrar las acciones contra el cambio climático en todas las políticas públicas (de la economía a la salud, pasando por todos los ámbitos de gobierno), implementar medidas de adaptación a los efectos del cambio climático, desarrollar planes de prevención y de actuación ante fenómenos extremos, y educar intensamente la ciudadanía para que actúe en consecuencia y aprenda a protegerse de forma autónoma en situaciones críticas.
No malgastar la energía, usar medios de transporte ecológicos, reducir la generación de residuos, mejorar la eficiencia de los vehículos y de las viviendas y participar en organizaciones que luchan por la acción climática.
Los océanos, por su composición y características, garantizan la estabilidad climática y permiten que la Tierra sea un planeta habitable.
Además, proveen de alimentos y otros productos a la mitad de la población mundial. Sin embargo, las grandes masas de agua, mares y océanos, se ven sometidas a una intensa presión.
Los océanos reciben grandes cantidades de contaminantes, sobre todo desde tierra firme (químicos, sobre todo de la agricultura, y todo tipo de plásticos, entre otros), y sufren una sobreexplotación de los recursos pesqueros.
Se trata de proteger y gestionar de manera sostenible los ecosistemas marinos y costeros, con la perspectiva de conservar al menos el 10% de todas estas áreas. Por otra parte, se debe poder preservar la pesca impulsando sistemas pesqueros que fomenten la capacidad de regeneración de los ecosistemas.
Reducir el consumo de plásticos, no consumir pescado de las especies amenazadas ni de las más grandes – pez espada, emperador, atún rojo, tiburón -, limitar la huella de carbono (más del 25% de las emisiones de GEI son absorbidas por los océanos), no ensuciar y limpiar las playas, etc.
Los ecosistemas terrestres garantizan el funcionamiento del planeta y el equilibrio de todos los ciclos naturales, y aportan servicios que benefician a todos los seres vivos (aire limpio, retención de las aguas, abastecimiento de alimento, etc.).
El ODS 15 trata de la conservación, la restauración y el uso sostenible de los ecosistemas terrestres y los de agua dulce, haciendo especial mención de la preocupación por los suelos degradados, los bosques y los ecosistemas de montaña.
Detener la destrucción de los hábitats naturales y renaturalizar espacios de las ciudades resulta imprescindible para preservar la biodiversidad, que es la otra gran meta de este objetivo.
Para preservar los ecosistemas terrestres es necesario conocerlos bien, incorporar la gestión ecosistémica en la planificación del territorio con una visión holística e interconectada, así como proteger las especies amenazadas y garantizar una buena gestión de los espacios protegidos.
Además, hay que revertir la degradación de los ecosistemas (desertización, etc.) y tomar medidas para evitar el tráfico de especies y la introducción de especies invasoras.
Consumir productos de temporada y de proximidad, hacer compost en casa para evitar el uso de fertilizantes no sostenibles, proteger las especies animales y vegetales en peligro de extinción, etc.
El ODS 16 remarca que el bienestar de las personas, la prosperidad de las sociedades, la equidad de la ciudadanía y el desarrollo sostenible sólo se pueden alcanzar en un marco de paz y de respeto a los derechos fundamentales. Un hito clave es reducir la incidencia de los delitos y de los actos violentos de cualquier tipo, erradicando completamente los que afecten a los niños.
Esto pasa por intensificar la lucha contra el crimen, especialmente el terrorismo y la delincuencia organizada que trafica con armas, dinero y personas.
Este ODS también nos dice que hay que profundizar en el fortalecimiento de las instituciones públicas: deben ser eficaces, responsables y transparentes, plenamente comprometidas con la lucha contra la corrupción y favorecedoras de una democracia inclusiva, participativa y representativa. Estas instituciones deben proteger las libertades fundamentales y garantizar un acceso universal a la justicia, en condiciones de igualdad.
Hay movimientos como el de “Cliente Earth” que promueven emplear las leyes que ya tenemos en el sistema actual para hacer el “Cambio Positivo”. Consideran que la tierra, los bosques y los océanos son su cliente. Utilizan mucho la ciencia y, en definitiva, miran cómo pueden utilizar el sistema legal para modificarlo y lograr el “Cambio Positivo”.
Los ODS implican a toda la humanidad, nadie puede quedar al margen. Para alcanzarlos hay un firme compromiso global a través de la cooperación internacional y las alianzas que permitan poner en marcha nuevas dinámicas para unas relaciones justas, perdurables y equitativas. El ODS 17 está dedicado a los medios necesarios para alcanzar todos los demás objetivos.
Los países más avanzados deben apoyar a aquellos que lo están menos, tomando como referencia la aportación del 0,7% de los ingresos propios, aunque, a menudo, el apoyo más útil puede adoptar la forma de transferencia de tecnología. Es básico promover la cooperación regional e internacional Norte-Sur, Sur-Sur y triangular en materia de ciencia e innovación.
Cada país, región o ciudad debe formalizar un compromiso creíble con la Agenda 2030, sostenido en alianzas eficaces entre los actores públicos, el sector empresarial privado y la sociedad organizada.
Colaborar con entidades relacionadas con la consecución de los 17 ODS y la Agenda 2030, fomentar las actividades familiares y vecinales de cara a conseguir estos objetivos.
Podemos poner como ejemplo la Fundación Goteo, una red abierta de “crowdfunding”, colaboraciones y formación, que anima a todos los proyectos que tiene en campaña a acercarse a estos objetivos y que en el siguiente gráfico muestra el número de proyectos ESS que han cumplido con cada ODS.
Para la ONU: El cambio climático es el reto ambiental más relevante al que debe hacer frente la humanidad en el siglo XXI y ningún país puede quedar al margen.
Tal y como ha declarado su Secretario General Antonio Guterres: “La humanidad está librando una guerra suicida contra la naturaleza”. “Los efectos del cambio climático superarán en dimensión y escala temporal a los de la pandemia del coronavirus”.
La Plataforma ZEO os anima a hacer acciones para conseguir estos objetivos porque remediarlo está en manos de todos.
Colaboradora de la Asociación para el Desarrollo de la Casa Bioclimática desde la su fundación, año 2003. Divulgadora de los beneficios del bioclimatismo en producciones audiovisuales para Antena3, TVE y en el vídeo-declaración “¿Qué es una casa bioclimática?” de la ADCB. Propietaria y usuaria de una casa bioclimática desde 2001 y de un vehículo eléctrico desde 2015.
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