Aprovechando que esta semana, desde Plataforma ZEO, estamos realizando la campaña Challenge ZEO, con el reto de “la semana de reutilización”, queremos promoverla y destacar las ventajas de la economía circular como una solución que también nos ayuda a reducir emisiones y combatir el cambio climático.
Según el Centro Internacional de Ley Ambiental, en la actualidad la producción de plástico supone en 3,8% de las emisiones de CO2 que provocan el cambio climático. Además, se estima que para el año 2050 será responsable del 13%. La cultura de usar y tirar es incompatible con el objetivo de mantener por debajo de 1,5ºC el calentamiento global de la Tierra – con respecto a niveles preindustriales-.
Cumplir con el Acuerdo de París (2015) no será posible si no llevamos a cabo cambios estructurales en nuestros hábitos y sistema de consumo. Debemos lograr un consumo más ZEO, y la mejor forma para conseguirlo es apostar por la reutilización y la economía circular.
Compartir, alquilar, reutilizar, reparar, reciclar: Términos en línea con la Economía Circular
Este modelo de producción y consumo está basado en reducir al máximo la generación de residuos a través del reciclaje y la reutilización y la refabricación, apostando por las 3Rs: Reducir, reciclar y reutilizar. A través de la economía circular, se promueve un cambio estructural en el modelo de producción acompañado de acciones como compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar.
El objetivo principal es que el ciclo de vida útil de un producto se extienda al máximo, evitando que se genere un residuo tras su uso. Pero, aunque la economía circular pueda parecer una invención del movimiento ecologista, fue un movimiento creado por la millonaria Ellen MacArthur.
En sus inicios fue pensado como un modelo empresarial basado en el aumento de la tasa de reciclaje, reutilización y refabricación para generar empleo, reducir el impacto ambiental de la actividad comercial y ahorrar grandes cantidades de dinero en materia prima.
El ingenio de esta ideología, positiva tanto para el sector empresarial, como para los trabajadores y el planeta, fue tal, que ahora está siendo promovida por la propia UE. Grandes marcas como Google, Unilever, Cisco, Philipps o Ikea ya están llevando a cabo Planes de Economía Circular.
Las empresas podrían ahorrarse hasta 600.000 millones de euros si fueran circulares
Y es que según la Comisión Europea, anualmente las empresas podrían ahorrarse hasta 600.000 millones de euros si llevasen a cabo la transición a un modelo de economía circular.
Este sistema podría ayudar a las grandes marcas a reducir de forma significativa su producción de plásticos y, por ende, su huella de carbono. Ahora bien, ¿cómo podemos llevar a cabo nosotros la economía circular en nuestra vida diaria?
¿Cómo puedo aplicar la economía circular en mi día a día?
Si tenemos en cuenta que para fabricar un kilo de plástico se generan 3,5 kg de CO2 y que una persona consume un promedio de 167 botellas de plástico al año, ¿os imagináis cuanto CO2 podríamos evitar si empezamos a usar una botella reutilizable?
Apostar por la reutilización y la economía circular implica reducir al máximo el consumo de plásticos y los residuos generados. Esto quiere decir que debemos apostar por soluciones reutilizables para nuestras acciones diarias, por ejemplo, llevar nuestra botella reutilizable, envolver nuestro bocadillo con un “boc and roll”, llevar nuestra propia bolsa de tela al súper o utilizar tuppers de cristal para comer en la oficina.
Acudir a tiendas a granel para comprar productos alimentarios, personales o del hogar, es la mejor solución para reducir al máximo los envases y residuos máximos generados por nuestro consumo.
Es posible fabricar detergente y jabón a partir de residuos orgánicos como el aceite
En el área de la higiene también existen acciones que pueden ayudarnos a implementar la circularidad en nuestra vida diaria. Fabricar nuestro propio detergente o jabón a base de peladuras de naranja o aceite reutilizado, pueden ser algunas de ellas. Los cosméticos o cremas naturales fabricados en casa resultan mucho más saludables para nuestra piel que la cosmética convencional.
Si nos vamos a comprar un cepillo de pelo o de dientes nuevo, mejor que sea de bambú o de algún material biodegradable; y para la higiene íntima, evitamos el uso de compresas y tampones, y utilizamos la copa menstrual o las compresas de telas lavables y reutilizables.
Reutilizar, renovar y transformar: Economía circular
A través de la reutilización podemos ayudar a reducir el nivel de residuos generados por el ser humano. En los últimos años, la tendencia Do it Yourself (DIY) ha dado lugar a ingeniosas y útiles ideas de reutilización de envases. Podemos reutilizar botes de vidrio para almacenar, botellas grandes de plástico para el cultivo de vegetales, neumáticos y pales antiguos como mobiliario, etc.
También podemos darle una segunda vida a nuestra ropa convirtiéndola en un bolso, una mochila, una diadema o una nueva funda de cojín. No hay límite en cuanto a la reutilización de objetos de consumo: el secreto está en la creatividad.
Aun así, para muchos llevar a cabo este tipo de manualidades puede resultar costoso, por falta de tiempo o de habilidad. En estos casos es posible seguir siendo circular si se llevan a cabo acciones como regalar el objeto, venderlo de segunda mano o intercambiarlo. Hoy en día existen cientos de plataformas con las que es posible ser circular y no perder tiempo ni dinero en el intento.
Gracias a la realización de acciones pequeñas y constantes acciones como las descritas anteriormente, estamos más cerca de ser ZEO y reducimos el impacto ambiental de nuestro consumo.
Participa en el reto de una semana de reutilización y entrarás en el sorteo de 4 packs zerowaste de Ekomodo: https://www.instagram.com/p/CH7StAknxFH/.
PlataformaZEO cuenta con la colaboración de periodistas y expertos ambientales que trabajan cada día para ayudaros a estar más informados del cambio climático y el calentamiento global
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