La nueva Generación del clima, la mayor esperanza contra la emergencia climática

Esta semana desde Toulouse, un colectivo de personalidades y activistas invita a la sociedad a unirse para refundar una alternativa al capitalismo a través de la cohesión social. Lo hacen con una tribuna en el diario francés Liberatión. El manifiesto incita a la creación de un tejido asociativo compuesto por partidos ecologistas, empresas, organizaciones y movimientos ambientalistas de todo tipo. Estos deben construir “un nuevo relato: el de una ecología que articula emergencia social y emergencia ambiental inventando nuevas prácticas políticas basadas en valores comunes”.

El manifiesto, firmado por eurodiputados, activistas y economistas, centra la lucha por el clima, en los nuevos colectivos y movimientos ecologistas nacidos al margen de encuentros internacionales como la COP. La denominada Generación del Clima, con Fridays For Future o Rebellion Extinction, es la mayor esperanza para combatir la emergencia climática y construir el llamado “Archipiélago ciudadano” de fuerzas ecologistas.

Creemos el Archipiélago de la metamorfosis ecológica

La ecología social y democrática es hoy el horizonte que buscan hoy los ciudadanos desorientados para volver a creer en la política, para tener esperanza. El estancamiento liberal-productivista y la pérdida del significado del ideal republicano y europeo, llevan a una buena parte de la población a caer en la trampa del ultraliberalismo y sus consecuencias: un estancamiento cada vez mayor de recursos, daños irreversibles a nuestro medio ambiente, querer siempre más, la inmediatez, el crecimiento de las desigualdades y la precariedad o el nacional populismo como una respuesta identitária y nacionalista, el miedo al otro, el rechazo de los extranjeros y a la solidaridad entre los pueblos.

Pero además de esto, en todas partes de Francia, en Europa y en el mundo, estamos presenciando un aumento de corrientes ecologistas gracias a la nueva generación del clima y a la urgencia de la crisis climática y la crisis de salud generada por la contaminación, la extinción de la biodiversidad y el saqueo de los recursos naturales.

Esta ola verde muestra que la sociedad no se puede limitar a un gran mercado, donde la ley del dinero y los lobbies reinen sobre los demás. En este paisaje crepuscular, la huella de los ecologistas ayuda a recuperar la esperanza. La ecología, siempre que sea totalmente social y democrática, es la nueva matriz de la refundación de una alternativa al capitalismo y la extrema derecha.

“Debemos combinar la acción de la Generación del clima con la transformación política”

El desafío para los próximos meses es abrazar el movimiento de la Generación del Clima nacido al margen de la COP 21. Comprendamos esta acción radical y esta demanda de cambio para salvar a la humanidad, cuya misma existencia está en peligro. Debemos combinar este movimiento con la transformación de las instituciones políticas en varios niveles, iniciando proyectos conjuntos en los territorios regionales, territorios relevantes para probar la transición ecológica, social y democrática.

La urgencia ecológica de hoy es cuidar el mundo de manera colectiva e individual. Cuidar a las personas, a la naturaleza, a los seres vivos en su conjunto y a la democracia. Esto implica la invención de nuevas relaciones entre organizaciones que reclaman una transformación ecológica de la sociedad.

Crear un archipiélago ciudadano

Atomizadas, confinadas en sus respectivos campos de la política y en el mundo asociativo y ciudadano, las fuerzas que representan a los ecologistas no están en condiciones de influir adecuadamente en el debate público y de representar una alternativa al sistema, destructor de la vida y del clima. La unidad de acción se impone más allá de las grandes marchas por el clima. Un camino común debe ser inventado para construir un nuevo relato: el de una ecología que articula emergencia social y emergencia ambiental inventando nuevas prácticas políticas basadas en valores comunes (la sobriedad energética, la interdependencia planetaria, la autonomía y la emancipación de toda forma de dominación y enajenación).

Los esquemas clásicos de refundación (Epinay of the ecology, Maison Commune …) solo tendrán éxito si son parte de un conjunto de cooperaciones que movilizan a toda la gente de la ecología con los distintos niveles, sin tener como objetivo único, dar salida a la política electoral.

La Carta del Archipiélago de Les Jours Hereux plantea muy bien el desafío de este espacio político que hay que experimentar: «Para construir juntos y vivir desde ahora días felices (Les Jours Hereux), conectemos a los protagonistas de la transición ecológica, social y democrática. Hagamos de la diversidad y la proliferación de las iniciativas, una fuerza ciudadana capaz de resistir el desorden establecido, de empujar y de superar un sistema destructivo gracias a nuestras propuestas y acciones.»

Para trabajar realmente en la conquista de la mayoría cultural y evitar la dispersión de la ecología en los discursos (nunca seguida en actos), el reto es construir sobre las regiones esta arquitectura de los Archipiélagos. Se reunirán a todos los que lo deseen, que sean simples ciudadanos, colectivos, asociaciones u organizaciones políticas que pongan la emergencia ecológica y social, en el centro de la agenda política.

Ya es hora de reunir a la generación clima – Alternatiba, Extinction rebelión –, los actores clásicos de la defensa del medio ambiente y de la solidaridad (FNE, LPO, Greenpeace, attac, CRID…), las formaciones políticas de obediencia ecologista (GE, AEI, RPS, Partido animalista, Generación.s, EE-LV, LFI, Plaza pública, Cap 21…) y a las fuerzas empresariales y demás entidades.

Artículo completo original en Tribuna Liberatión